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Su comparación es inevitable. Los hermanos Dos Santos son dos grandes promesas del fútbol mexicano, ambos surgieron de la cantera del Barcelona F.C., y su parecido físico producto de su parentesco, está a la vista. Sin embargo, cada uno tiene su propio estilo de juego respaldado por características técnicas muy diversas, lo que los convierte en dos jugadores completamente distintos y auténticos a la vez.
Giovani comenzó a mostrar sus virtudes futbolísticas durante el Mundial sub-17 en Perú, en el que México se consagró campeón y Gio fue premiado con el balón de plata por ser el segundo mejor jugador del torneo. Su nombre comenzó a estar en boca de todos. Luego vendría su debut oficial en el primer equipo del Barcelona, el 2 de septiembre de 2007 frente al Athletic Club. El técnico de ese momento, Frank Rickjard, brindaba cuantiosas oportunidades a canteranos como Lionel Messi, Bojan Krkic y el propio Giovani.
Giovani comenzó a mostrar sus virtudes futbolísticas durante el Mundial sub-17 en Perú, en el que México se consagró campeón y Gio fue premiado con el balón de plata por ser el segundo mejor jugador del torneo. Su nombre comenzó a estar en boca de todos. Luego vendría su debut oficial en el primer equipo del Barcelona, el 2 de septiembre de 2007 frente al Athletic Club. El técnico de ese momento, Frank Rickjard, brindaba cuantiosas oportunidades a canteranos como Lionel Messi, Bojan Krkic y el propio Giovani.
Sin embargo, en la temporada 2007-2008 su rendimiento fue decreciendo y por ende su participación el primer equipo. Se hablaba de que Giovani no había sido llevado con la cautela necesaria y que su salto a primera había sido quizás un poco apresurado. Su ineludible parecido físico con la estrella del equipo en ese entonces, Ronaldinho, generaba una constante comparación de los medios de la promesa mexicana con el astro brasilero. Esa temporada Gio intervino en 29 partidos entre los correspondientes a la liga y a los de la Champions League, convirtiendo un gol en cada torneo.
Esta merma en su rendimiento lo llevó a ser transferido en junio del 2008 al Tottenham Hotspur de Inglaterra, donde tuvo una escaza participación (jugó sólo seis partidos en la Premier y anotó un gol). Debido al poco rodaje en el primer equipo fue cedido a préstamo al Ipswich Town hasta el final de la temporada 2008-09. Anotó cuatro goles en ocho partidos y se transformó en un pieza clave del equipo que actualmente milita en la segunda división.
En el 2009, a partir de su buena participación en su selección (con la que obtuvo el título de la Copa de Oro de la Concacaf), llevó a que el técnico del Tottenham, Harry Redknapp, reconsidere al jugador y lo convoque nuevamente. Sin embargo, el jugador prácticamente no ha jugado en lo que va de la temporada.
El de Giovani debe ser un gran ejemplo que su hermano debe tomar como referencia para evitar cometer los mismos errores. Jonathan es un jugador, de buen manejo y gran visión de juego, goza de un envidiable criterio a la hora de la distribución de la pelota y un gran remate de media distancia. Estas virtudes ha motivado a que muchos periodistas lo asemejen Deco, el crack portugués que militó en el club catalán y que actualmente juega en el Chelsea de Inglaterra.
Jonathan debutó con el primer equipo del Barcelona el 28 de octubre de este año frente al Cultural Leonesa. Pep Guardiola, al igual que Rickjard, es un técnico que tiene en constante consideración a los canteranos. Jona ya ha llamado la atención de los catalanes y su futuro es bastante alentador. Sin embargo, evitemos las comparaciones. Recordemos, Jonathan no es Deco, de la misma manera que Giovani ni se le acercó a la figura de Ronaldinho en su momento. Los Dos Santos son grandes jugadores con una gran proyección a futuro. No nos apresuremos y dejemos que cada uno vaya construyendo su camino a partir del propio andar.
